Y hubo un día donde nuestro planeta Tierra nos obligó a permanecer en casa para poder limpiarse, con el paso de los días nuevos aires se observaron, los animales se sintieron liberados, el aire comenzó a fluir, los mares a cristalizarse y así, muchas consecuencias tuvimos manteniéndonos dentro.
Nuestra casa paso a ser más que el lugar físico donde vivimos. Entendimos que nuestra casa es volver a la esencia real de quien somos. A observar pensamientos, emociones, nuestro cuerpo…
Y paso algo… de la angustia y el miedo comenzó una nueva esperanza.
Comenzamos a mirar realmente quien somos y qué papel ocupamos en el mundo.
¿Realmente te creíste que solo viniste a trabajar?, ¿solo viniste hacer dinero?, ¿solo estas preocupado de pagar cuentas? y así el planeta nos recordó nuestra pequeñez… y así también el planeta nos recordó mirar al vecino, al que tiene menos que nosotros, a cuidar a los animales a vivir en consciencia.
Al final solo puedo entender que lo que sucede en nuestra vida no es bueno ni malo, solo es. Por siglos y siglos, el hombre a ido acrecentando su propio ego, perdiendo la comunicación que tenía con la naturaleza y la divinidad. Hoy nos invitan a hacer silencio, cerrar los ojos, dejar de hablar para comenzar a escuchar.
Tal vez no hay otro día, tal vez este es el único día, tal vez este día sea un regalo. Respira, observarte, mira a tu alrededor, no estás solo/a , hoy somos uno. Hoy estamos uno con nuestra madre tierra, hoy es un nuevo comienzo.
Sole García-Huidobro
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